Denuncian a los fabricantes de antivirus Virus informáticos con piel de cordero atacan a los incautos usuarios. Los fabricantes de programas antivirus podrían estar exagerando el peligro de los males informáticos para incrementar las ventas, según denuncias de críticos aireadas en distintas páginas web de tecnología. Como ocurre en el popular cuento de «Pedro y el lobo», tantas advertencias sobre virus que potencialmente pueden hacer explotar el ordenador -pero que, en realidad, resultan ser prácticamente inocuos- podrían contribuir a que los usuarios hagan caso omiso de las advertencias y descuiden la seguridad en sus ordenadores.
El caso más reciente de «exageración vírica» ocurrió esta semana cuando McAfee, el fabricante de software con sede en el californiano Silicon Valley, hizo sonar las alarmas con un virus que, en teoría, se esparcía a través de uno de los usos más populares de internet, las fotografías digitales con extensión JPEG.
McAfee señaló en un comunicado de prensa que circuló ampliamente por todo el país que, «potencialmente, ningún fichero del ordenador está a salvo». Sin embargo, nadie se infectó con este virus.
Los críticos, que airean sus voces en populares páginas web de tecnología como Slashdot (www.slashdot.org) o VMyths (www.vmyths.com) denuncian a los fabricantes de anti-virus por lanzar estas alarmas infundadas, algo que -aseguran- indirectamente les sirve para vender sus «paquetes» de software como pan caliente.
Escusa para vender más
Ya es hora de parar los pies a las compañías cuyos beneficios están directamente ligados a la creación del miedo en sus consumidores, y que han descubierto nuevas fuentes de terror para mejorar», señala Michael, usuario de Slashdot.
Rob Rosenberg, director de la página especializada en la «mitología» de los virus VMyths comparte esta opinión y cree que McAfee era consciente de que al referirse a la popular extensión «JPEG» tenía prácticamente garantizada la atención de los medios de comunicación.
Tanto Rosenberg como el resto de editores de esta web también critican a los medios de comunicación por hacerse cómplices de las compañías de software y advertir sobre virus que resultan ser mucho menos terroríficos de como los pintan.