«Hola, de nuevo:
Soy Héctor Muñoz. Ya sabéis que he iniciado acciones legales contra Wanadoo. Por el momento, por la vía de Arbitraje y Conciliación. A lo largo de estos días, he podido hacerme una idea aproximada de la magnitud de nuestra tragedia… Son ya muchos los compañeros que han contactado conmigo para unirse a la lucha contra Wanadoo. Por si no fuera suficiente mi desgracia, acabo de percatarme de que Wanadoo ha vuelto a cargar en mi cuenta el importe de sus servicios, a pesar de haber solicitado la baja, por todas las vías posibles, hace ya más de cuatro meses… ¡He pagado ya un montón de facturas, aunque no he disfrutado ni un solo minuto de la línea ADSL!
Impotencia, indefensión, rabia, frustración… ¡No sé cómo expresar lo que siento! Sin embargo, ha llegado el momento de pasar a la acción: NECESITO VUESTRA AYUDA.»«Voy a contactar con un bufete de abogados para valorar la posibilidad de presentar una demanda colectiva contra Wanadoo. Para ello, obviamente, se requiere contar con el mayor número de demandantes y se precisa, asimismo, un elemento común que dé cohesión a nuestra demanda. Es decir, necesitamos encontrar un «nexo» que permita dar cuerpo a esa denuncia, de forma conjunta. Una circunstancia que concurra en todos los casos y que pueda ser llevada a los tribunales.
Para empezar, las cláusulas del contrato pueden ser abusivas (para mí lo son, sin género de dudas). Wanadoo elimina cualquier responsabilidad. ¿Qué defensa tiene el usuario ante la arbitrariedad y el abuso? ¿Tiene el solicitante la opción/oportunidad de valorar objetivamente las cláusulas cuando se solicita la línea telefónicamente?
Podemos demostrar que Wanadoo utiliza tácticas dilatorias para retrasar las solicitudes de baja. Fax no recibidos, correo electónico no contestado, etc.
¡Y prefiero no hablar del coste de las llamadas telefónicas! ¡UNA VERGÜENZA!
No podemos seguir así. No podemos aceptar que nos engañen, que nos roben, que nos intimiden…
Mi propuesta es sencilla:
Vamos a declararles la guerra y necesitamos armas…
Desde aquí os emplazo a enviar cualquier sugerencia, idea o propuesta que sirva para pasar a la acción.
Al margen de la ya consabida demanda colectiva, podemos enviar cartas a los medios de comunicación (prensa, radio, TV). Podemos dirigirnos a todas las administraciones y denunciar los hechos. No descarto hacer otras cosas más gordas para llamar la atención…
¿Queda algo de dignidad en nostros?
¡Pues, a por ellos!
Si estáis de acuerdo en sumar nuestras fuerzas, por favor, enviadme un e-mail a esta dirección:
(no vamos a darles «pistas» sobre nuestros planes)
Gracias por vuestra colaboración»