Telefónica de España S.A. ‘flower power’

Según parece a Telefónica le va todo muy bien, supera ya los beneficios de todo 2004, compra O2 por la «insignificante» cifra de 26.094 millones de euros y tiene el visto bueno de la CMT para empezar a ofertar ADSL 2+ según leemos en la anterior noticia.
La adquisición de O2 es la operación de mayor envergadura realizada nunca por una empresa española en el extranjero.

Hasta aquí todo muy «flower power«, pero vamos a comprobar en qué condiciones está trabajando todo el personal técnico de las diferentes contratas y subcontratas, ya que son las personas que atienden al usuario final en averias, instalaciones etc…
Las condiciones de trabajo son precarias, con un alto grado de desorganización y falta de coordinación.

Estos factores repercuten negativamente sobre los abonados (chapuzas, averías intencionadas, deterioro de la red, etc…).
A continuación analizamos cada uno de estos puntos.Cito textualmente la fuente:

PRECARIEDAD LABORAL MAXIMA.

Las empresas dedicadas a las instalaciones y reparaciones de averías de telefonía fija, subcontratadas por Telefónica o por sus empresas colaboradoras, NO suelen cumplir ni en lo más mínimo, los contratos laborales que hacen con sus trabajadores, ni el convenio del metal, que es al que suelen acogerse:

El trabajador paga.
Los gastos derivados del transporte (combustibles) y las dietas corren por cuenta del trabajador (siendo lo más habitual que estos tengan que comer siempre fuera de sus casas).

Sin herramientas ni vehículo.
Las herramientas (exceptuando algunas muy específicas) deben ser aportadas por los propios trabajadores. En muchas empresas los instaladores deben trabajar con su coche particular.

Sin sueldo base (puntos).
Telefónica, para simplificar a la hora de pagar a las empresas colaboradoras, tiene impuesto un sistema de puntos. Este otorga una puntuación específica a cada trabajo realizado y ACABADO, de acuerdo a unos baremos que ellos mismos han establecido.

Las empresas colaboradoras (contratas) heredan este mismo sistema de puntos y pagan de igual forma a sus subcontratas, con la única diferencia, claro está, que el valor del punto es muchísimo menor que el de Telefónica.

Pero el problema grave surge cuando estas subcontratas pagan con el mismo sistema a sus instaladores. Es decir, el sueldo de estos depende del total de puntos que han realizado durante el mes, sin sueldo mínimo (contrario al convenio del metal, que es el que aplican). Algunas empresas si pagan el sueldo base pero exigen a cambio una gran cantidad de puntos, por lo que los instaladores deben hacer muchísimas «horas extras» para conseguirlos, las cuales no son remuneradas.

*Este sistema de puntos no está regulado por el convenio del metal (ni siquiera lo menciona).

Trabajos impagados.
Todos los días los trabajadores se enfrentan a tareas que, después de haberlas empezado, no se pueden acabar por diversos motivos (faltan postes, canalizaciones obstruidas, etc.), no percibiendo NADA por estos trabajos (ya que solo puntuan las tareas terminadas), ni siquiera para el combustible del vehículo.

Otras veces, mandan a los instaladores a visitar ciertas zonas para que estos examinen si se puede o no realizar una instalación, o para que dibujen un croquis con los postes que hace falta instalar… y todo ello «por amor al arte».

Sin horarios.
No existen horarios. Los instaladores pasan prácticamente todo el día trabajando (10 – 12 h/día). Los sábados y muchos festivos también trabajan.

Sin horas extras.
El trabajador solo cobra por cada trabajo acabado, sin tener en cuenta horarios o carga de trabajo.

Sin guardias.
Los sábados se trabaja en las mismas condiciones que cualquier día de la semana. En festivos se suele cobrar un poco más, aunque en muchas ocasiones los trabajadores son engañados y nunca cobran lo que se les dijo.

Ni pagas extras ni vacaciones.
El sueldo del trabajador va en función del número de puntos obtenidos durante el mes. No hay pagas extras ni vacaciones, a lo más, una semana de descanso al año y sin percibir ni un céntimo por ella.

Grandes riesgos laborales y en soledad.
Los trabajadores realizan tareas muy PELIGROSAS (subida a postes, acceso a lugares con cables eléctricos…) sin el material adecuado que exige la ley y sin estar acompañados. Muy pocas veces estos se ponen de acuerdo para acompañarse, ya que esto implica que uno de ellos deje su trabajo (y su sueldo) para ayudar al otro (Ver riesgos laborales).

Problemas a la hora de cobrar.
Todos los meses hay problemas en los cobros: faltan puntos, se paga el punto a menos de lo que se acordó, retrasos en los pagos… Y todo tapado con una nómina que nada tiene que ver con el salario real.

¡Te obligan a firmar la baja voluntaria junto al alta!.
En algunas empresas, se han dado casos en los que han obligado al instalador a firmar una baja voluntaria sin fecha a la vez que firmaba el contrato. De esta manera, el trabajador siempre está amenazado, y le obligan a cumplir todo lo que le digan y a estar «callado» o, de lo contrario, lo echan a la calle sin percibir ni un céntimo por paro.

Se suelen contratar a personas jóvenes, las cuales, debido a sus ansiosas ganas de trabajar y a la poca oferta de empleo existente, caen en las redes de estas empresas, la mayoría de las veces ocultándoles las condiciones laborales de las que «NO van a gozar» e incluso, en muchos casos, engañándoles con condiciones que nunca se cumplirán.

Algunas empresas cumplen el convenio en todo excepto en el horario y las dietas, exigiendo a cambio una elevada cantidad de puntos (recordemos que cada trabajo tiene una determinada puntuación), para lo cual hace falta trabajar 11 o 12 horas diarias más los sábados (y a un ritmo más que acelerado). Estas horas extras y las guardias de los sábados no están remuneradas (Condiciones de trabajo).

CHAPUZAS, PROVOCACION DE AVERIAS ETC…

Debido a las precarias condiciones laborales y al acelarado ritmo de trabajo que los instaladores tienen que llevar para conseguir un sueldo casi decente, estos trabajan «para salir del paso», realizando chapuzas e incumpliendo la normativa de Telefónica por allí donde van. También provocan averías de forma intencionada para repararlas luego rápidamente y poder así alcanzar un sueldo casi digno, recordemos que Telefónica paga por cada avería reparada, incentivando que se realicen el máximo posible de estas.

A continuación se detallan algunas de las patéticas situaciones provocadas por el descaminado sistema que Telefónica tiene implantado. En ellas se puede observar, que la manera de proceder de la compañía es totalmente incorrecta y negativa para todos, ya que lo único que consigue es disminuir la calidad en vez de acrecentarla.

El acero, «buen conductor».
Los cables de acometida utilizados por Telefónica, llevan un hilo de acero que actua como tensor en los pasos aereos, o una malla protectora para las canalizaciones subterraneas.

Los instaladores, cuando se rompe uno de los hilos de cobre (puede ocurrir por una rama de un árbol que roce con el cable, por ejemplo) utilizan este hilo de acero como sustituto del hilo de cobre deteriorado, en vez de cambiar el cable que, sería lo correcto. Otras veces utilizan los «aceros» de dos acometidas para llevar la línea a un nuevo abonado, ahorrándose la instalación de un nuevo cable de acometida.

Empalmes preparados para provocar averías.
Los únicos empalmes que, según la normativa de Telefónica, se pueden realizar, son en acometidas por postes o en acometidas subterraneas, siempre y cuando estas superen los 230 metros (que es la longitud que traen de fábrica las bobinas de cable), algo poco probable. Los empalmes se deben hacer dentro de unas cajitas redondas de color negro destinadas a dicho fin.

Los instaladores saben que si cumplen esta normativa ocurrirán muy pocas averías en el futuro. Por ello y por ahorrar tiempo hacen empalmes sin cajas, los cuales se deteriorarán y provocarán averías en menos de un año.

Si damos un paseo por alguna zona rural en la que halla red de teléfono y nos fijamos, encontraremos empalmes en multitud de postes, sobre todo si los cables pasan por las ramas de los árboles, ya que estas los rompen y los instaladores, en vez de cambiar la acometida, solo cambian el vano (tramo que va de un poste a otro) roto. También veremos empalmes hechos sin cajas e incluso sin cinta aislante, cajas sin tapas, empalmes hechos en la parte superior del poste o en medio del vano (cuando la normativa dice que se deben hacer en la mitad del poste)… Y si ya preguntamos a los vecinos oiremos que siempre tienen averías.

En las urbanizaciones en las que las acometidas van subterraneas ocurre lo mismo, con el agravamiento de la humedad existente en el subsuelo y que deteriora mucho antes los empalmes.

Instalaciones precarias.
En muchas instalaciones faltan grapas de sujeción para los cables, se han hecho los amarres en los aisladores para los pasos aereos incumpliendo la normativa, etc. Todo por ahorrar tiempo y que en un futuro cercano provocará averías.

Provocación de averías.
Los trabajadores que se dedican a las reparaciones, provocan averías a diario, ya que este es el pan de su vida y no les puede faltar (recordemos que cobran por cada avería que reparan). No pueden permitirse que halla escasez de averías o su sueldo también será escaso. Por ello, van reparando y desconectando abonados al mismo tiempo.

Para «paliar» estos problemas, Telefónica inspecciona algunas de las instalaciones y reparaciones realizadas, función que no vale para nada, pues los trabajadores saben muy bien que estos inspectores solo miran las instalaciones dentro de los domicilios y en las cajas de conexiones, pasando por alto el resto de la acometida (que es donde más se incumple la normativa) por su dificultad para ser inspeccionada, ya que todos los cables de acometida son iguales y no saben cual es el de cada abonado.
Si te cogen, lo peor que te puede pasar es que tengas que volver a corregir el trabajo, algo que muchas veces tampoco se hace, pues no suelen volver a revisarlo.

Indicar que tengo experiencia de todo esto en primera persona, es real y se sufre desde hace muchos años, siendo esta situación consentida por todos los gobiernos.

Estuve a punto de entrar en una contrata (ITETE), y prefiero cualquier cosa antes que esto.
Un compañero estaba subido en un poste, sin arco de seguridad y un coche le tocó la escalera, cayó desde una altura de 3m y estuvo a punto de morir. Indicar que se encontraba solo, estaba pasando una acometida de una calle a otra.
La cualificación técnica es mínima debido a las condiciones que se ofrecen, esto pasó hace unos 5 años y después de ello nunca he querido saber nada más de este sector, cambié de especialidad directamente y ahora me dedico a la seguridad electrónica en instalaciones bancarias.

Tengo también un familiar con 30 años de experiencia en ABENGOA y más de lo mismo.

Yo pido unión a todos los trabajadores a nivel estatal, es difícil debido a la desmembración del sector, pero si esto no sucede la situación seguirá así eternamente.

Así que cuando el teléfono o el ADSL no os vaya bien ya sabeis quien hay detrás de vuestro router y en las condiciones de trabajo que está.

Termino con un «flower power»…..Paaaaañaaa va bien…..

Fuente: Trabajadores de ABENTEL.

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