La SGAE anda de juicios, que
raro, con la Asociación de Internautas y el
motivo es su total falta de sentido del humor y ofenderse por que la
AI hospedó, en sus servidores, una página web llamada
www.putasagae.com. La Audiencia de Madrid condenó
a la Asociación de Internautas a pagar 36.000 € por
este atentado contra el el buen nombre y el gran prestigio popular de
la altruista Sociedad General de Autores.
Apelación tras apelación
el asunto ha llegado al Supremo, donde, por ahora, parece que
pintan bastos para los señores recaudadores de los derechos de
autor. Uno de los fiscales no ve
delito alguno en la actuación de la AI en esta
historia, ya que considera que un servidor de Internet no es
responsable del contenido de las páginas que aloja, ya que lo
contrario supondría un filtro a los contenidos que va a
hospedar antes de aceptarlos, lo que caería de lleno en
lo que se denomina censura previa, algo contrario a los
derechos que se nos suponen garantizados.
Por otro lado la directiva europea
establece claramente «los Estados miembros no impondrán
a los prestadores de servicios una obligación general de
supervisar los datos que transmitan o almacenen». Esperemos que
la ley, en esta ocasión, no contradiga a la lógica,
y terminen imponiéndose las libertades a las coacciones.
Bastante con que hayan cerrado una web de tan prometedor nombre.