Se puede ser presidente de una discográfica y un majadero integral al tiempo

Así lo ha demostrado el
presidente de Sony
BMG
España, un individuo que dice ser y llamarse Carlos
López
. Y no lo decimos por declaraciones como «el
verdadero problema en la venta de discos no es la piratería en
Internet, sino la estupidez de quienes, a través de los
medios, hacen creer que lo normal es no pagar por la música,
que bajarla gratis de Internet no es robar»
, que también
podríamos hacerlo, subjetivamente hablando. No obstante, dado
que es una opinión expresada correctamente en un país
libre, la consideramos respetable, aunque no compartida, y
dejamos correr tal sandez como una peculiar opinión de quien,
con todo su derecho, arrima el ascua a su sardina. Entre las premisas
música gratis y robar no se puede hacer un
paralelismo tan drástico sin caer en el ridículo, pero
eso no nos atañe, allá cada cual con sus palabras, que
melones hay muchos en este mundo.

Pero volvamos al titular. Nos hemos
permitido juzgar, y aseverar según nuestro criterio, la
condición mental de este caballero por un sencillo motivo: él
lo hace
, y públicamente,
con los demás, particularmente con los que no están de
acuerdo con sus esquemas mentales, y parece que, afortunadamente, hay
más de uno de esos. Explicado que hacemos igual que él
hace, pasemos a los hechos.

Son varias
ya las sentencias a su favor que han obtenido internautas acusados de
bajar música de Internet, mediante las redes P2P
o cualquier otro satánico artificio, pero la que,
indudablemente, más le ha dolido a don Carlos (el
cenutrio arriba mencionado, por si alguien se ha perdido) ha sido la
de Santander.
Allí la juez Paz Aldecoa, a la que nos encantaría
conocer e invitar a una caña, y media de bravas si se tercia,
emitió veredicto absolutorio sobre el caso de un
usuario de Internet acusado de descargar música y
compartirla. La sentencia se basó en la inexistencia del animo
de lucro
, requisito imprescindible para calificar dicho acto de
delito.

Ente este terrible varapalo a lo que él
ve tan claro, ante esta negación flagrante de sus verdades
fundamentales, el señor Carlos López ha reaccionado
declarando «Se puede ser juez e imbécil; no es
incompatible una cosa con la otra»
.

Bien, es su opinión señor
López, ahora acepte la nuestra sobre usted. A no ser que en
los estatutos de su compañía exista una ley de
incompatibilidades, se puede ser presidente y, al mismo tiempo,
un perfecto majadero, y si no le gusta esa palabra aquí le
dejamos, aparte de la que usted usa, algunas otras a su libre
elección: bobo, estúpido, idiota, memo, mentecato,
necio, corto, tardo, torpe, zopenco, tarado, desequilibrado, tonto,
simple, cretino, lelo, borrico, papanatas. Todas ellas vienen a
significar lo mismo que lo que usted ha llamado a la señora
juez, si se puede confiar en el diccionario de la lengua española.
Escoja la que más le apetezca. En caso de que decida
disculparse ante doña Paz, no dude en comunicarnoslo,
que nosotros haremos lo propio, y en los mismos terminos, con usted.

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