Este artículo, incluido
a penúltima hora y retirado
de la LISI a última, aun dará que hablar. Nos le
encontraremos de nuevo, y será tramitado como ley
independiente, la ley de propiedad intelectual en Internet.
Veremos en que termina este nuevo acto
del drama que se avecina. Por lo menos, hasta ahora, se ha conseguido
que esa cacicada, que situaría a la SGAE como
señor de horca y cuchillo de Internet, no sea aprobada
sin someterse a todos los trámites previstos. El
proyecto de ley que ahora se presente tendrá que pasar todos
los filtros democráticos, no solo los estrictamente legales,
y, por ello, somos algo más optimistas. Vemos la posibilidad
de que, en este proceso, vaya limándose el original,
modificándose en lo necesario y eliminando lo injusto.
Por lo pronto, su primer trámite
será obtener el informe del CATSI, el Consejo Asesor de
Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, el
próximo día 26. Hay esperanzas, insistimos, de
que la opinión al respecto de este organismo, modifique
sustancialmente el contenido del borrador.
Muy de moda esta el enarbolar la
bandera de la cultura y, con ese gallardete, que es el pendón
de la señora ministra de cultura, por ejemplo, se
pretende justificar lo injustificable. Nos permitimos recordar que
todo gobierno, y más si intenta situarse un poquito más
a la izquierda que el inexistente centro, lo que debe buscar
es garantizar el acceso a la cultura de todos los
ciudadanos y que ese acceso sea gratuito, exactamente los
mismos principios que rigen la educación. Lo de que una
asociación privada actúe de policía y cobrador
de tasas, es ya es tan absurdo que ni lo mencionamos.