Ya habíamos olvidado que, en
mayo pasado, la CMT convocó
una consulta pública sobre el futuro del mercado de
telecomunicaciones español, en busca de opiniones de como
regular las redes de nueva generación que tanto
proliferan, de verdad o en la imaginación, últimamente.
Pues ahora se han dado a conocer los
resultados
de esa consulta/encuesta, en la que cada cual ha dado su opinión
de acuerdo a sus más estrictos intereses personales, que esto
no es un convento de las hermanitas de la caridad.
Dos puntos resaltan en la
consulta efectuada. El primero, el conceder “vacaciones
regulatorias” a Telefónica, ha quedad claro.
Nadie quiere que, durante un periodo de tiempo más o
menos largo, la operadora incumbente española quede al margen
de toda regulación de la CMT. Es más, no lo
quiere ni la propia Telefónica, que no tiene la menor
duda de que, si obtuviese esa concesión de la CMT
española, al momento la Unión Europea le
crujiría con una sanción homérica.
Descartada, por unanimidad, esa
posibilidad, solo queda saber si la CMT optará por lo
lógico o por liarla. Tengamos confianza en que se hará
lo que sea de sentido común.
El otro punto peliagudo de la consulta
era el de conocer la opinión del sector sobre la aplicación,
en estos lares, del modelo
británico de segregación de la operadora dominante en
dos compañías independientes entre ellas,
una dedicada a los servicios y otra, a la que recurrirían
todos, incluyendo esta nueva, que gestionaría las redes
para su alquiler mayorista.
En esto, casi también
unanimidad, doce operadoras, investigamos en estos momentos de
donde han salido tantas, se decantan por aplicar, en nuestro país,
este modelo. Curioso el caso de Orange, que considera que esa
división de Telefónica solo se debería
considerar como última y desesperada opción, en caso de
que todas las demás posibilidades fracasen, mientras que
Ya.com, que les pertenece, es, sin embargo, partidaria de la
segregación inmediata. Jazztel es de la opinión
de Orange, prefieren una situación que les permita
quejarse y hacerse las victimas hasta la saciedad. La propia CMT
no es partidaria, tampoco, de adoptar esa solución.
En cuanto a la vieja red de cobre,
vuelta a estar todos de acuerdo, que siga como hasta ahora, regulada
por la CMT.