El PP se hace la votación un lío

El Senado, con la única
oposición del PSOE, ha aprobado una enmienda de los
grupos catalanes a favor de la desaparición del
canon
digital, con lo que la cosa está en que la Cámara
Alta
remitirá al Congreso una recomendación
para que, antes de un año, se modifique la ley que
ampara este gravamen.

Hasta aquí todo ideal,
sospechosamente perfecto. Disfrutemos de la noticia
unos momentos y pasemos a la cruda realidad.

Apenas terminada la sesión del
Senado, a la portavoz de Cultura del Grupo Popular,
Beatriz Rodríguez Salmones, le faltó tiempo para
asegurar
que su representación «votó equivocadamente«,
explicando
que «En realidad, la intención del PP era
la contraria, es decir no eliminar dicho artículo, sino
respetar el texto salido del Congreso. En el Pleno de la
Cámara Baja del próximo jueves los populares
rectificarán su equivocación».

Pasados los primeros momentos, cuando
ya ha habido tiempo de tomar café y pensar, el Partido
Popular
ha llegado a la conclusión de que a sus votantes,
quizás, les gustaría estar representados por gente que
sea capaz de entender de que se habla en los debates y, si no
es mucho pedir, que su coeficiente intelectual alcance para discernir
a que botón hay que darle, verde sí, rojo no, según
las circunstancias del momento.

Reconocemos que es complicado, ya que
las mencionadas circunstancias cambian de un día para
otro e, incluso, se pueden dar casos de que haya que votar, en una
misma sesión
, a una cosa sí y a otra no, lo que
requiere una elevada coordinación entre la mente y el
dedo que pulsa el botón, dificultad que aumenta
exponencialmente si esta actividad hay que realizarla dos o tres
veces
en una sola jornada laboral.

Pero mientras todos están
seguros de que el canon seguirá adelante, SGAE incluida
(corren rumores de que ha recibido mensajes tranquilizadores de ambos
grandes grupos parlamentarios), el portavoz del Partido Popular
en la Comisión de Industria del Senado, José
Seguí
, ha decidido dejar claro que sus compañeros
senadores que saben votar, que de error nada,
y que esta postura es coherente con las declaraciones
de Mariano Rajoy a favor de la supresión del canon.

Si en el Gobierno esta cuestión
ha enfrentado a Cultura y a Industria, en un partido
que se precie no puede ser menos. Si ponen de manifiesto que no
hay una linea de actuación común, que son capaces de
votar algo sin saber en que sentido hay que hacerlo y, por
último, si son capaces de desmentirse unos a otros,
están demostrando, claramente, que ya están tan maduros
como el que más para gobernar a la nación.

Por desgracia entre la señora
Salmones y el señor Seguí no hay color.
La primera remontará, sin problemas, las turbulentas aguas del
torrente en que se han metido y alcanzará las aguas
tranquilas, propicias para canonizarnos a diestro y siniestro.

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