Una tal Susan Schwab, que
asegura ser la Representante de Comercio Exterior de Estados
Unidos, lo que puede ser verdad ya que algo así pone en la
wikipedia, ha
comunicado
que Estados Unidos de América se ha entretenido en
incluir a España en su “lista de vigilancia”
de países que no protegen los derechos de la propiedad
intelectual.
La amiga Susan expresó su
preocupación. y profundo desconsuelo. sobre la idea que tienen
los españoles de lo que es compartir en Internet.
EEUU, con gran asombro, ha descubierto que en España
existe la atroz «percepción generalizada» de que
compartir archivos por la Red es legal y, lo que es
peor, sospechan, la CIA será, que no nos remuerde la
conciencia después de hacerlo.
«A Estados Unidos le
preocupa que el Gobierno español no haya tomado medidas
adecuadas para afrontar el problema creciente de la piratería
por Internet, que las empresas estadounidenses consideran
como uno de los más graves en Europa«, ha
indicado, lastimeramente, la susodicha.
Y para más recochineo, entre
otras cosas por las leyes que protegen los derechos constitucionales
de los españoles, su intimidad y su independencia,
las empresas perjudicadas, a las norteamericanas se refería,
«no tienen acceso a herramientas legales
importantes que son necesarias para llevar adelante demandas
civiles significativas» y los fiscales no persiguen de
oficio esas cosas y los jueces no imponen sentencias de una magnitud
tal que nos quiten las ganas de acercarnos a un ordenador en toda
nuestra puñetera vida.
Que hace falta aquí un buen
Guantanamo para la gentuza que comparte, seria la traducción
corta de las ideas de Susan Schwab, vamos.
Ante la desastrosa situación
social de este miserable país, Estado Unidos no ha
tenido más remedio que meternos en la lista negra de
sitios donde los sacrosantos derechos de las discográficas y
productoras estadounidenses no son tan acatados y
reverenciados como merecen. Nos tienen en el punto de mira.
Nada, que de esta no nos libramos, nos
invaden preventivamente y nos vuelven a poner de presidente a … ,
en fin, dejemoslo en que nos invaden sin remedio.