Inmediatamente después de que la
CMT publica unos datos en los que todo va viento en popa,
basta que alguien rebusque un poco para ver que no es así. El
triunfalista informe
correspondiente al mes de marzo no oculta la realidad de que
este año crecemos un 12% menos que el pasado.
Con motivo del día de Internet,
el sábado, en el que pudimos cumplir este año, por fin,
nuestro viejo deseo de no mencionarlo, es más, no decir
absolutamente nada, se oyeron muchas voces criticas de ese tipo y
poca campaña ensalzadora.
La Asociación de Internautas
pide, como todos, que el acceso por banda ancha a la Red
sea declarado,
de una vez por todas, derecho universal, así como
profundos
cambios en el modelo regulatorio, que mucho tiene que ver
en que gocemos del ADSL más lento y caro de Europa.
Otro punto que menciona la AI es
solicitar a Telefónica unas tarifas de acuerdo a la
velocidad real a la que se navegue, que hay gente a 512 en lo
que era ADSL Rural, que, recordemos,
ya no existe y esas lineas pasan a tener el mismo trato en precios
que las urbanas, otros no pasan de 1 mega y lo de la
triplicación les suena a cánticos celestiales y, ahora,
cuando migren a 6 megas, habrá que añadir los
que se queden como están, pagando lo mismo que los que
naveguen al doble de velocidad.
Nos consta
que Telefónica estudia esta posibilidad, rebaja de
precios para estos casos, pero nunca nunca está mal
recordarselo y cuanto más insistentemente mejor, que de las
intenciones al hecho va gran trecho.
Difícil será que
establezcan diferencia entre los 3 y los 6 megas, pero,
por debajo de eso, la operadora baraja descuentos de unos 10€
por cada escalón inferior al que se este.