La CMT anda preocupada por la
gran cuota de mercado que tiene Telefónica en Canarias,
un 76,3% y, tras mucho deliberar, ha llegado a la conclusión
de que esto se debe al precio de alquiler que cobra esta operadoras a
sus rivales por el uso del cable submarino, de su propiedad
por cierto, que une el archipiélago con la Península.
El que vaya debajo de agua y que sea
muy largo no es óbice para que siga siendo un cable de
telecomunicaciones ente dos puntos del Estado español,
también conocido como Nación española o
Reino de España, y, por tanto, susceptible de ser
regulado por la CMT.
Llegados a esa conclusión, la
Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones
ha decidido
rebajar en un 30% el actual precio del uso del cable
submarino, considerando que, de esta manera, a las operadoras
alternativas ya les será rentable ofertar en Canarias.
También ha calculado que este
abaratamiento de costes deja margen de beneficios suficiente como
para que otra empresa pueda tender otro cable submarino y recuperar
la inversión.
Divina inocencia, cándidos
querubines.