La depravación de los hábitos de los
españoles en Internet ni tiene límites ni respeta nada. Los
usuarios de las redes P2P de este país se han pasado por el
forro de sus caprichos el que la IIPA nos pusiera
en su lista negra el año pasado y, lejos de cesar en sus
actividades, los estudios de esta asociación de defensores de los
derechos de copyright norteamericanos ha detectado que la
situación ha empeorado.
Así que seguiremos excomulgados un año
más, tanto por nuestra culpa como por tener una legislación que, en
contra de lo que solicita la International Intellectual Property
Alliance esa, defiende los derechos de privacidad y protección
de datos.
Para salvarnos de nuestra propia
barbarie y siempre buscando nuestro bien, plenos de espíritu
evangelizador, exigen
que se retire la circular de la Fiscalia que informa que los
intercambios en la Red no son ilegales. Este punto en
concreto, tal y como van las cosas, lo vemos más factible.
Las demás pretensiones de la IIPA
son simples. Que se reforme la Constitución Española para
que no tengamos derechos a la intimidad ni a la privacidad ni a que
nuestros datos personales sean secretos en el momento en que haya
alguna discográfica o productora cinematográfica norteamericana
por medio.
Sencillo, no entendemos porque no les
damos el gusto.