Todo indicaba que, a pesar de las
enormes presiones de multinacionales muy poderosas, la Unión
Europea se iba a ceñir a la más elemental legalidad e iba a
declarar contrario a derecho el que cualquier país miembro pudiera
cortarle el acceso a Internet a un ciudadano.
El Parlamento Europeo ha
señalado, en un informe
definitivo, que el analfabetismo del siglo XXI será el analfabetismo
electrónico, por lo que negarle a alguien el acceso a la Red
es como negarle la escolarización, y tanta barbaridad es una cosa
como la otra.
Este informe también recoge que se
debe legislar cuidadosamente sobre los derechos de propiedad
intelectual, y no solo en el sentido con el que hasta ahora nos
bombardean, sino que se caiga en la cuenta que muchos de los
excesivos métodos de protección y restricciones de acceso
impuestas por los propietarios de los derechos son tan
ilegales como puede serlo el top manta.
Pata lograr los objetivos de una
regulación lógica de los derechos de autor, de la protección de
los derechos dellos internautas y su identidad digital es
imprescindible, y así lo deja claro el Parlamento de la Unión
Europea, que se prohíba el control y vigilancia sistemática
de los usuarios.