Sarkozy se impone a la UE

Nuestras peores pesadillas
se van cumpliendo y la Unión Europea pasa, en apenas un mes,
de una postura a favor
de los derechos de los ciudadanos a otra
muy distinta, que ha ido empeorando hasta convertirse
en fiscalizadora, despreciando la intimidad y el derecho al secreto
de las comunicaciones y estableciendo que cualquiera pueda decidir
sobre quien es digno de tener Internet o no.

El texto que se votará la próxima
semana ha ido modificándose por las presiones externas y actualmente
solo exige que se reconozca Internet como herramienta
esencial, pero no exige que sea un juez el que decida en que
circunstancias puede ser negado.

Lo podrá hacer cualquier órgano
administrativo
designado por cada país al efecto. El fantasma de
un comité donde uno es de una discográfica, otro de una
productora cinematográfica, el tercero de la SGAE y el
cuarto tampoco entiende de nada que no sea lucrarse, se acerca
cada vez más. Y esa asamblea de “sabios” es la que decidirá
quien tiene derecho a navegar por la Red y quien no.

Con esto a favor, Sarkozy
presentará de nuevo su ley a la Asamblea Francesa, también
la semana próxima, y ya es muy difícil que no salga aprobada. Un
precedente nefasto y muy cercano.

Y en España las operadoras no
han llegado a acuerdo con la industria, por lo que decidirá el
Gobierno, donde espera
la amiga González-Sinde. El que se decanten por las
desconexiones a la francesa o por las multas, más rentables, depende
de ella.

Mientras los internautas intentan
movilizarse con campañas de mails a los eurodiputados, como
la que os dábamos
anteayer o esta otra.
No estaría de más el participar.

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