Poco hay que decir, salvo darnos
mutuamente el pésame todos los internautas europeos.
En contra de las recomendaciones
europeas, Sarkozy ha conseguido que la Asamblea Nacional
francesa apruebe, al
final, su polémica ley “antipirateria”, que contempla el
cortarle la conexión a Internet a los que un organismo,
elegido a dedo por el Gobierno, considere que descargan
contenidos protegidos por derechos de autor.
Los nuevos paladines defensores de los
ingresos de las multinacionales se llamarán
Alta Autoridad para la Difusión de Obras y la Protección de
Derechos sobre Internet, pero como eso no cabe en una tarjeta
de visita ni en el cartel de la puerta de un lujoso despacho, se
abreviará en HADOPI.
Los que hagan caso omiso de las dos
primeras advertencias, se quedarán sin acceso a la Red entre
dos meses y un año, dependiendo de lo descargado.
Afortunadamente la propuesta más radical, que el que tuviera un
Trío se el cortaría todo, voz y televisión inclusive, no ha
prosperado.
Lo que sí que han conseguido es
aprobar que durante el periodo de sanción el usuario deberá
continuar pagando el servicio no recibido.
Dado que esta ley va en contra de las
actuales directrices
de la Unión Europea y
que atenta contra los derechos fundamentales de libre acceso a la
cultura, el partido socialista ha anunciado que llevará su
protestas hasta el Tribunal Constitucional.