El pasado jueves la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de Naciones Unidas ha aprobado el uso de un cargador universal válido para todos los teléfonos móviles. El convenio se ha realizado como parte del proyecto de Acuerdo de Copenhague para reducir el impacto existente sobre el cambio climático.
Así, cualquier persona poseedora de un teléfono móvil podrá cargarlo en cualquier zona del mundo, sin tener en cuenta la marca o el modelo. Será legítimo para los que se fabriquen a partir de este momento en adelante.
La nueva norma aprobada reducirá el número de cargadores producidos y la energía consumida durante la carga. Se estima que se eliminarán 51.000 toneladas de cargadores en desuso y diminuirá un 50% el consumo de energía durante la carga. Por tanto, descenderán unos 13,6 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero de forma anual.