Hace una semana pudimos saber los detalles del último borrador del ACTA a través de una filtración de KEY. Algunas de las cuestiones que se trataban resultaban bastante polémicas por la violación que supondría de algunos de los derechos fundamentales de los ciudadanos como la privacidad en las comunicaciones.
Esta semana llegan noticias al respecto desde el Parlamento Europeo donde se ha rechazado el contenido de la última versión del ACTA a través de la declaración 12/2010.
La negativa por parte de los eurodiputados viene motivada por lo extremo que resultan algunas medidas y la vulneración de los derechos de los ciudadanos para favorecer los derechos de autor y los intereses comerciales de éstos.
Entre las polémicas medidas se incluía la adaptación del modelo francés de los tres avisos lo cual implicaría una vigilancia por parte de los ISP de nuestra actividad en Internet o el polémico DMCA universal.
Hay muchos puntos al respecto del ACTA que son
cuestionables: su falta de transparencia, la presión que está ejerciendo
la industria por sacar adelante un acuerdo que no cumple y respeta
determinados derechos como el derecho a la privacidad y la intimidad de
las personas. También llama la atención la agilidad con la que se quiere
aprobar antes de que el tema llegue a la opinión pública.