Que los clientes de prepago no tienen el mismo trato que los de contrato en el mercado de la telefonía móvil, es una realidad que a nadie le sorprende. Un ejemplo muy claro lo pudimos ver hace unos días, cuando Vodafone y Movistar fueron multadas por quedarse con el saldo restante de las recargas de algunos usuarios de prepago.
La última práctica desfavorable viene por parte de Orange, la cual ha empezado a cobrar a algunos usuarios de móvil prepago por las consultas al teléfono de atención al cliente. Una práctica que hasta el día de hoy, ninguna otra operadora había realizado.
Aunque no es plato de buen gusto, la maniobra de Orange es totalmente legal, puesto que los usuarios siguen pudiendo contactar gratis con atención al cliente a través del correo electrónico, la página web o el sistema automatizado del servicio telefónico.
Sólo cobrará cuando el usuario quiera hablar con un operador y su coste será de 15 céntimos por consulta, si el usuario no ha recargado en un plazo de 30 días. Eso sí, sin ninguna mejora aparente en la calidad del servicio ofrecido.
Un ejemplo más de las desventajas de los usuarios de prepago respecto a los de contrato. ¿Se expandirá esta medida a otros operadores y a otro tipo de clientes? 15 céntimos por llamada no son un precio descabellado, y seguro más de uno pagaría con mucho gusto, si esto significara una mayor calidad en la atención al cliente.