No es ajeno a nadie que desde hace algunos años, tanto las diferentes compañías de telefonía móvil como el sector encargado de su fabricación, vienen poniendo especial énfasis en la generalización del uso de servicios de Internet móvil.
En 2010, esta área ha crecido mucho en España, llegando al punto de ocupar hasta un 10 % de la banda ancha del territorio nacional, según informaba hace poco el periódico El País. Todo esto gracias a algunos avances anteriores: en primer lugar, la fuerte proliferación de redes inalámbricas o WiFi, ya no sólo privadas sino también públicas (en bibliotecas, universidades, transportes…).
Otro factor a tener en cuenta es el fuerte incremento en ventas de los denominados Smartphones, a raíz de un importante cambio de la antigua percepción popular de que este tipo de aparatos, tales como los PDA, son sólo para uso profesional.
Por otro lado, también han puesto su granito de arena las diferentes redes sociales y páginas web más visitadas, editando una versión móvil de las mismas con el que se facilita su lectura desde este tipo de dispositivos.
Todo esto provoca que las tarifas en Internet móvil se abaraten cada vez más y sean más competitivas. Así, todas las principales operadoras: tradicionales (Movistar, Orange o Vodafone) y low cost (Simyo, Yoigo o Masmóvil), están lanzado numerosas promociones en estos servicios. Su aparición está difundiendo su consumo entre la población española, algo que antes era percibido como un capricho o una necesidad empresarial.
En definitiva y teniendo en cuenta en la época en la que estamos, no sería raro que el Smartphone, con su tarifa plana móvil correspondiente, se convirtiera en el regalo estrella de estas navidades. No olvidemos que nos encontramos en pleno proceso de difusión de estos servicios, que hemos titulado como la democratización de Internet móvil.