Después de todo lo sucedido últimamente en torno al canon, la semana pasada se aprobó en el congreso de los diputados casi por unanimidad (331 votos y 2 abstenciones) suprimir el canon digital.
La mala noticia es que todo este proceso requiere una negociación política que acabe en un ley para modificar el reglamento, cosa que tardará algunos meses y probablemente no lo veamos en esta legislatura.
Es el último y definitivo revés que sufre este polémico impuesto después de que la Unión Europea considerara ilegal cobrar canon a las empresas (ya que supuestamente solo los dispositivos de uso privado podrían ser usados para almacenar copias ilegales), el tribunal supremo declarara nula la regulación del canon por un error de tramitación y se sucedieran algunas victorias judiciales contra la SGAE.
La medida para suprimir la polémica tasa fue propuesta por el PP junto a otro modelo alternativo para que los artistas reciban dinero de sus obras, tanto CIU como PSOE apoyaron la propuesta como ya hicieran anteriormente con la Ley Sinde.