Un ejemplo de apisonadora empresarial: TiVo

ONO anunció hace ya algún tiempo la inminente llegada de TiVo, que está dando que hablar últimamente más para mal que para bien. Parece que ser que el dominio web deseado por la compañía www.tivo.es ya estaba en manos de un usuario particular llamado Primitivo Fernández, de 32 años. La compañía decidió que quería ese dominio y para ello no ha dado muestra alguna de escrúpulos.
El usuario tenía registrada la dirección desde noviembre de 2006, que usaba como web personal y para promocionar su música. Fue en Julio del 2010 cuando los representantes de TiVo se pusieron en contacto con él, apenas un mes después del anuncio de la llegada del servicio de TV a España. Desde el primer momento los abogados de la macroempresa iniciaron una campaña de ofensiva contra el legítimo dueño del dominio, acusándole de infringir su marca y luego tendiéndole una trampa consistente en ofrecer dinero y tras la contraoferta del usuario acusarle por actuar con mala fe y ánimo de lucro. Lo dicho, ninguna clase de escrúpulos.
Por el momento, el experto encargado de decidir sobre ésta disputa ha dado la razón a Primitivo, pero parece ser que TiVo recurrirá a los tribunales ordinarios con tal de hacerse con lo que quiere. Sin duda alguna ésta es de la peor clase de publicidad que puede crear una empresa de sí misma, por desgracia es una realidad que aunque no siempre sale a la luz muchos la han sufrido alguna vez.  ¿Qué puede hacer una sola persona contra una empresa multimillonaria?

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