BitDefedender no deja de hacer análisis, y en un último estudio reveló que el 25% de las redes Wi-Fi son objetivos fácilmente atacables, aduciendo que las prácticas erróneas más frecuentes que los usuarios realizamos es no poner contraseñas o utilizar protocolos de cifrado muy obsoletos como WEP.
Un 19% del total utilizan un sistema WEP de cifrado, el que ya está totalmente obsoleto y que con pocas herramientas, cualquiera puede averiguar contraseñas ajenas. Además, el 6% de estas redes no tienen protección, el 11% utiliza una configuración por defecto y el 3% esconde el nombre de la red sin poner cifrado.
En cuanto a empresas, el 22% no utiliza cifrado y es aquí donde están los mayores peligros, principalmente en los restaurantes, donde sólo el 12% están protegidos con claves. ¿Por qué es importante? Porque con tan baja seguridad, cualquier usuario malintencionado podrá conocer todos los datos de nuestras cuentas, tanto de correos como de redes sociales.
La recomendación es que siempre intentéis conectaros en redes seguras, y en el caso doméstico, cambiar la clave que viene por defecto cuando lo contratamos.