Las conexiones a Internet en los núcleos rurales compostelanos son muy deficientes según los habitantes de las zonas, especialmente de Figueiras, una de las parroquias rurales junto con Aríns en donde acceder a banda ancha es un lujo, además de estar en la red wimax que es propiedad del Concello y que ofrece un pésimo servicio.
La explicación del por qué es tan malo nos la da José Quintáns, Presidente de la Asociación de Vecinos, que dice que “por un mega se pagan 25 euros al mes y por dos, 39 euros; pero ni siquiera tienes garantizada esa velocidad”, además de “no poder conectarnos en diferentes períodos del día”.
La Secretaría Xeral de Modernización explicó que desde 2009, cuando se puso en marcha el Plan Banda Larga, 37% tiene cobertura 3G y se espera que esta red alcance el 90% de los vecinos este año.
Se avanza en el tema banda ancha, especialmente en las zonas rurales, pero también es cierto que aún queda mucho por hacerse.