Las operadoras españolas han querido responder al reciente informe de la Unión Europea, que coloca a España como el segundo país (tras Chipre) de la UE con la banda ancha más cara. Si bien las empresas reconocen que este servicio cuesta entre 40 y 60€, una cantidad superior a lo que cuesta en la mayoría de nuestros países vecinos, consideran que la comparación no es adecuada.
Según las operadoras, el 93% de las ofertas disponibles en España incluye telefonía fija y móvil, además de la banda ancha. También critican que el estudio se base en precios de Febrero de 2013, ya que desde entonces los precios han bajado (se puede contratar banda ancha desde los 35€) y las ofertas convergentes han tomado gran parte del mercado.
Finalmente, han querido destacar la gratuidad de la atención al cliente, y han negado que haya una gran diferencia entre las velocidades de descarga reales y las contratadas.