Siguiendo la estela de Obama y la Comisión Federal de Comunicaciones de los EEUU (FCC), el gobierno de Brasil ha comunicado que están analizando la forma de transformar la banda ancha en servicio público lo cual supondría un cambio de regulación de la misma acompañada de un mayor control estatal.
Según Ricardo Berzoini, Ministro de Comunicaciones brasileño: “Estamos pensando en esta dirección, sin perjudicar el mercado competitivo y sin regulación que produzca resultados contrarios al interés público. Pero tenemos que asegurarnos de que el acceso sea tratado como un servicio público y que se garantice el derecho a la comunicación”.
El titular de dicho ministerio ha puntualizado que el programa “Banda Ancha para Todos” supondría la conexión del 90% de los municipios brasileños con fibra óptica de aquí al 2018 y cuya financiación saldrá tanto de fondos públicos como privados.