La Comisión Reguladora europea ha abierto una nueva investigación en torno a la posible compra de la filial belga “Base” de la operadora holandesa KPN por la compañía de cable estadounidense Liberty Global.
Desde la Comisión les preocupa que esta operación pueda suponer una situación de monopolio, posibles pactos en los precios, descenso de la innovación y la reinversión y en consecuencia una peor oferta en el mercado belga. En este país, Base pertenece a KPN y Telenet está ya en manos de Liberty por lo que entre ambas ya se reparten casi todo el mercado. Esta compra podría suponer un perjuicio para los consumidores.
La CE tiene hasta el 18 de febrero para pronunciarse sobre si acepta o no esta operación. Liberty Global, como suele ocurrir en este tipo de transacciones, ya ha ofrecido algunas concesiones el mes pasado pero parece ser que deberá ceder mucho más para calmar las preocupaciones de los reguladores.