Son tiempos de fibra y con el avance de ésta, es momento de cerrar anteriores etapas, esta vez, protagonizadas por el cobre. Telefónica ya ha solicitado cerrar las dos primeras centrales de cobre que serán sustituidas por fibra óptica. La primera situada en Torrelodones, Madrid y la segunda en Sant Cugat, Barcelona.
La CNMC ha dado vía libre para este cierre tras un año de garantía y seis meses de guarda y estudia permitir el futuro cierre de otras 36 centrales más. Este cierre es algo simbólico ya que en realidad lo que se deja es de usar el cobre pero los edificios se podrán seguir usando para despliegue de fibra o la instalación de antenas de telefonía móvil.
La provincia de Madrid será donde más centrales cierren o sufran esta “mutación” con los siete cierres ya programados. Tras Madrid se sitúa Zaragoza y Valladolid con cuatro cada una, Barcelona con tres y dos en A Coruña, Baleares, Girona, Murcia, La Rioja y Santa Cruz de Tenerife. El cierre de una sola central está previsto en las provincias de Álava, Cáceres, Las Palmas y Guadalajara.