Orange Francia deberá pagar una multa histórica de 350 millones de euros por utilizar prácticas ilegales poniendo trabas a la competencia apoyado por su autoridad dominante, indicó la Autoridad de Competencia de ese país.
En el comunicado, expresan que Orange «utilizó prácticas anticompetenciales para frenar de forma abusiva el desarrollo de la competencia en el mercado de las empresas«. Esta medida fue tomada tras la denuncia que interpuso Bouygues Telécom, a la que luego se unió otro operador.
Orange ha declarado que «no niega las prácticas ni su carácter contrario a la competencia«, ni «se opone a la sanción impuesta ni a la imposición de ciertas normas para reestablecer inmeditamente el funcionamiento competencial del mercado«.