Varios usuarios de Madritel –el operador de cable ahora englobado en Auna Cable junto con Menta, Able, Canarias Telecom y Supercable– han detectado en las últimas semanas unas inexplicables bajadas en el ancho de banda en algunos de los programas de intercambio de canciones más populares de la Red, como Audiogalaxy o Edonkey.
Las caídas de velocidad eran, curiosamente, exclusivas de estos sistemas “peer to peer”. No se aplicaban a otros servicios de Internet: sólo se padecían en estos programas. Mientras la navegación web se efectúa a una velocidad razonable, las descargas desde Audiogalaxy apenas superan los 0,5 kilobytes por segundo. Según las quejas que han aparecido en algunos foros de la Red, el servicio de atención al cliente de esta compañía asegura que este recorte es provocado.
Desde esta redacción nos hemos puesto en contacto con dicho teléfono de atención al cliente, que ha confirmado el motivo de las protestas: “En los momentos de mayor consumo, se reduce el ancho de banda disponible para este tipo de programas”. El operador que atendió la llamada, sin embargo, no ofreció explicaciones sobre el motivo de este recorte.
Hasta hace unas semanas, los operadores de cable del Grupo Auna no ofrecían una tarifa plana convencional, como la que comercializan otras compañías mediante el sistema ADSL. La conexión era permanente y de alta velocidad, pero estaba restringida a un tope de megas de descarga al mes. Si se superaba este límite, había que pagar un plus por cada mega de más. La dura competencia obligó a la compañía a cambiar esta política de precios y ofrecer una tarifa plana sin límite mensual.
La inédita medida que ha tomado Madritel para evitar un consumo masivo de ancho de banda, sin embargo es perfectamente legal. Aunque este aspecto no se especifica en el contrato ni se ha avisado a sus usuarios, el operador –al igual que hacen las compañías que ofrecen ADSL– sólo garantiza el diez por ciento del ancho de banda contratado.
Aumenta el precio del ancho de banda
El curioso recorte coincide con la quiebra del operador de cable holandés KPN Qwest, que manejaba gran parte de los datos que se mueven por Internet. Su bancarrota, anunciada hace una semana, ha provocado un descenso generalizado en la velocidad de la Red. Por las redes de fibra óptica de esta compañía se movían el 20% de las conexiones de España. El 40% del tráfico europeo estaba en manos de esta empresa.
La quiebra, además, ha supuesto un aumento del 30% en el precio del ancho de banda que pagan los distintos proveedores para luego dar servicio a sus clientes. Dicha subida podría provocar un deterioro de la calidad del servicio o tarifas más caras para los internautas.
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Thanks Joio