Condenan a las grandes discográficas por ‘inflar’ el precio de los CDs

Capítulo número ‘n’ de las aventuras de las grandes discográficas. Después de los esfuerzos (legales e ilegales) de la RIAA (asociación de la industria del disco de EEUU) contra las redes de intercambio de música en Internet, ahora la justicia estadounidense descubre que los grandes sellos discográficos están violando las leyes al ‘inflar’ artificialmente el precio de los CDs.

Las cosas se ponen feas para las grandes discográficas. A pesar de los numerosos informes, estudios y cuentas de resultados que han presentado para demostrar que la piratería on line es la causante de la crisis del sector, ahora la justicia de EEUU condena a Bertelsmann, EMI, Warner, Sony y Universal (y a tres grandes cadenas de tiendas de discos) a pagar unos 65 millones de euros por subir injustificadamente el precio de los discos, lo que constituye una violación de las leyes antimonopolio, según informa Baquía.

Esta resolución no sólo pone en entredicho las argumentaciones de la industria contra las redes P2P (intercambio de archivos de ordenador a ordenador a través de redes como Kazaa o Morpheus, y antes, Napster), sino que justifica las quejas de los usuarios por el alto precio de los CDs.

De hecho, algunos estudios han demostrado que la piratería on line no es la causa fundamental del descenso de las ventas de discos del que tanto se queja la industria. La condena de la fiscalía general de Estados Unidos apunta a que la causa real sea el elevado (e injustificado) precio de la música ‘legal’.

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Comentarios (1)
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  • EQLucky

    Pues me parece genial.
    Ya iba siendo hora de que hicieran algo con las distribuidoras, que en la industria discográfica no todo es trigo limpio (sobre todo las discográficas xD)

    Yo, aun compartiendo mp3 mediante las distintas aplicaciones p2p que hay (como puede ser KaZaA. IMesh, AudioGnome… y, con ~32 Gb transferidos en nuestro difunto AudioGalaxy -que en paz descanse-), soy compradoro de CD’s, cassette y DVD’s. Como fan que soy de la música instrumental -Vangelis, Mike Oldfield, Jean Michel Jarre…- y dance -recopilatas-, suelo comprar CD’s originales. Me gusta. En serio. Disfruto haciéndolo, porque sé que a ellos les cuesta hacerla. Yo, por lo tanto, pago por ello.

    Pero que sirva un sólo ejemplo (seguro que hay muchos más).
    El último disco de Enya (no, el de la BSO de ESdlA no), hará hace poco más de un año, costaba 3100 pts. TRES MIL CIEN PESETAS! Dije: «Bueeeno, me entero de qué tal está y, si me gusta, me lo compro» Como suelo hacer siempre…
    Me lo bajé. Y no podía dar crédito a mis ojos: 37 minutos TREINTAYSIETE! Claro, lo compra su madre…

    Lo malo es que la culpa no suele ser de los autores, sino precisamente de las distribuidoras, que HINCHAN el precio.

    Espero que ésto sirva de precedente y que se den cuenta de que no son invulnerables… 🙂