Tras tres aplazamientos, se efectuó, con éxito, el lanzamiento del cohete Ariane portador del satélite de telecomunicaciones Spainsat, y de otro de una compañía europea, desde una base aeroespacial de la Guayana francesa.
Alrededor de la media hora del despegue se desprendió, con éxito, el satélite patrio, entrando, imaginamos y deseamos, en órbita geoestacionaria estable, según lo previsto.
Pequeño detalle sin importancia, y que no nubla en absoluto el gran éxito obtenido, es que, mientras aumentan prodigiosamente las quejas y peticiones de mejora de los usuarios de banda ancha de este país, este nuevo artilugio es para uso exclusivamente militar.La puesta en el espacio de este satélite culmina con éxito un plan gubernamental, de unos 415 millones de euros de montante, destinado a mejorar de manera espectacular las telecomunicaciones, uniendo su potencia operativa al Xtar-Eur, en funcionamiento ya desde hace un año.