Si es que somos 20 millones los internautas

Desde que los intereses de los
internautas pesan sobre las promesas electorales, algo hemos
ganado en las campañas con que, antes de acudir a las urnas,
nos obsequian los partidos políticos. El que seamos tantos, y
que las firmas
contra el canon sean ya dos millones, nos produce unos
beneficios, impagables en estas circunstancias, con los que, hasta
ahora, no contábamos en nuestra democracia.

Hemos ganado, indudablemente, en humor,
en risas hasta el descuajaringue. Jamás, que recordemos, nos
habían ofrecido unas situaciones y declaraciones tan
hilarantes como la de unos señores hablando de cuestiones de
Internet sin tener ni idea.

Si os decimos que Chavez promete
ADSL 1 mega gratis, sin duda lo primero que se os
ocurrirá es relacionar la noticia con Venezuela, donde
hay quien se apellida así y está lo bastante
desquiciado como para prometer lo que le da la gana, pero os
equivocaríais, nos referimos a Manuel Chavez,
presidente de la Junta de Andalucía, que opta a la
reelección, en las autonómicas, por el PSOE, y
los favorecidos son todos los andaluces. Sumemos esta oferta a la
anterior,
que era a nivel estatal.

Nosotros, por nuestra parte, no nos
conformamos con eso,
queremos más. Exigimos que los routers que se
usen para esas lineas andaluzas tengan también su utilidad
propagandística, que los que se usen en Sevilla tengan
forma de Giralda, los de Granada de Alhambra, los de Jaén
de olivo, los de Córdoba de Cristo de los faroles, los
de Cádiz de grupo de chirigotas, los de Málaga
de boquerón y los de Huelva de gamba. Y pena que la
oferta no se extienda a todo el territorio nacional, porque tenemos
otros diseños verdaderamente rompedores, como el de cochinillo
asado, con su grasa y todo.

En la parte contraria, tras ponerse de
acuerdo, de
milagro, en que se iba a esgrimir el estandarte del canon
digital, el candidato a la presidencia del Gobierno, todo imbuido
él de sagrados principios y poseído por los espíritus
de don Pelayo, el Cid, Isabel la Católica
y, en menor medida pero también, de los de dos señores
más recientes que tenían en común el ser bajitos
y con bigote, continua, erre que erre, con que eliminará
dicho canon y que lo hará sin que, por ello, los autores se
vean perjudicados, ya que «el desarrollo de nuevas
tecnologías nos ofrecerá nuevas maneras de compensar y
proteger los derechos de autor«.

Sobre posibles alternativas,
huye de explicaciones como gato escaldado huye hasta del agua fría.
Será alergia, ya que esa formula mágica la debe tener
más que decidida, de entre las muchas que les ofrecen
los prodigiosos avances tecnológicos patrios, sino no
prometería tan convencido. ¿O no?

El caso es que se ha vuelto a
comprometer,
públicamente y ya van tres veces, en el marco de una
reunión, organizada por deseo del propio Rajoy, con el
nombre de Dialogo Popular Digital, a la que ha sido invitado,
entre otros, Pedro Farré, gerifalte de la SGAE,
cuya aportación a tan populares jornadas ha sido exigir
“protección eficaz de la propiedad intelectual” y
“leyes más claras, que declaren inequívocamente el
P2P (peer to peer) como una actividad ilícita«. Por
lo demás, no ha emplazado a nadie, ni en el cielo ni en el
infierno, a dar cuenta
de lo que se le “demandare”.