Mientras que la regulación de
las redes de fibra óptica le favorezca,
Telefónica no tiene el más mínimo
inconveniente en cumplir, y hasta acelerar, los plazos exigidos por
la CMT.
Si se le pedía que admitiera
solicitudes para que la compañía que lo desee use sus
canalizaciones para tender su propia red de fibra, desde ayer esta
abierto el plazo, con web informativa y todo. Telefónica
asegura
que todas sus canalizaciones y registros subterráneos están
preparados para acoger mas cables y que no habría que
modificar absolutamente nada en un 99% del trazado en caso de
que alguien se decidiese a usarlos.
Otra cosa es que alguien quiera
aprovechar la oportunidad. Vodafone ya declaró
que no ve rentable invertir en España, Orange piensa
meterse en contenciosos-administrativos para conseguir poder usar la
red de Telefónica y Jazztel no ha dicho ni mu,
lo último que se sabe de ella es que los analistas dudan
mucho que esté para inversiones.
Si todo sigue como hasta ahora,
Bruselas mediante,
Telefónica tiene previsto destinar 1.000 millones
para dar cobertura de fibra óptica a tres millones de
usuarios.
Las cuentas de Orange son muy
distintas, la filial de France Telecom calcula que cada
usuario le cuesta una inversión inicial de entre 2.000
y 3.000 euros. Telefónica, que valora el coste
de cada futuro cliente en 300€, pone muy en cuestión
esas valoraciones, efectuadas el París y Lyon y
no entiende como puede haber tal diferencia en previsiones, hechas en
ciudades de similares características.
De donde se demuestra que, como es de
dominio público, el español es mas sencillo que el
francés, de ahí que las telecomunicaciones en nuestro
idioma necesiten de menos tecnología y tengan bastante con un
cable mucho más fino y, por tanto, más barato: «El
español fluye mucho mejor por el cable y se atasca menos»,
nos informan nuestros asesores técnicos.