Una sola instalación de fibra óptica en los edificios
El peligro de que la CMT solo
piense obligar a Telefónica a realquilar su ADSL
y VDSL y que todo lo que supere los 30
megas de bajada tenga que hacerse por lineas propias, para
lo que se abre a la competencia las canalizaciones de la operadora
incumbente, se encuentra en el interior de los edificios, en qué
pasa cuando más de un operador llegue a un bloque de viviendas
y un vecino decida contratar ONO, otro Telefónica
y el del 5º E, que siempre es el rarito de la comunidad, se
decida por cualquier otra compañía que, rompiendo
tradiciones, haya decidido gastarse la pasta y tender una red de
fibra propia.
Nos podríamos encontrar un
edificio en perpetuas obras, cada operador metiendo sus accesos a
cada momento. Si la filosofía de que Telefónica
ceda las canalizaciones a los demás tiende, aparte de abaratar
costes y que todos usen algo que se inició con dinero público,
a que las calles no estén levantadas cada dos por tres, lógico
que lo mismo se aplique a los edificios.
Por una vez la CMT se ajusta, a
la primera, a lo que es de sentido común y pretende, y
propone, que el primer operador que cablee un edificio asuma la
responsabilidad de ceder esos accesos a los que vengan a
continuación.
Para ello ha abierto
una consulta pública que, esperemos, no estropee lo que tan
bien se ha iniciado.