Inmensos ríos de tinta se han escrito durante estos días sobre la Ley Sinde, al Gobierno le faltaban apoyos y finalmente un pacto entre las dos mayores fuerzas políticas provocan que al final salga adelante en el Senado, pese a la oposición mayoritaria de los usuarios de la red.
Pero ¿dónde comienza todo esto? Para comenzar, en la ministra Mari Ángeles González-Sinde de quien coge su nombre. Se trata de una ley que trataría de regular las descargas ilegales y daría autoridad para cerrar ciertas páginas web donde se compartan enlaces siguiendo este criterio.
El recorte de libertades que la proclamación de esta ley supone, junto con la revelación en un cable de Wikileaks de que Estados Unidos era la que estaba presuntamente detrás de todo esto, provocó una movilización colectiva que finalmente vio resultados en su no aprobación en el Congreso.
Finalmente, y tras declaraciones influyentes de personalidades como Alex de la Iglesia y Alejandro Sanz que alimentan la polémica, parece ser que será aprobada esta ley apoyada por muy pocos en nuestra sociedad. Aunque quizá se pueda hacer algo aún por seguir defendiendo nuestra libertad en la red.
Su aprobación ya tuvo su primera consecuencia, Alex de la Iglesia anunció que renunciará como Presidente de la Academia, y en Twitter, los internautas muestran su disconformidad con esta decisión del Gobierno.