El jaleo que está provocando el Proyecto SOPA (Stop Online Piracy Act) en EEUU es algo que supera casi todo lo previsto. Ya sabemos que nadie está en contra de regular la piratería, pero lo único que se pide es que se vele por los derechos de los usuarios y no se bloqueen, ni a ellos, ni a sitios que permiten intercambio sin derechos. Lo demás, es entendible.
Ya sabíamos que en caso de seguir adelante, habría un gran apagón en Internet, pues en contra de este proyecto, así como está montado, están Google, Facebook, e-Bay, PayPal y otras grandes empresas. Pero ahora se les ha sumado un aliado inesperado y muy fuerte, la misma Casa Blanca.
Obama anunció que está a favor de proteger a los artistas y los derechos de autor, pero no apoyará una ley que no otorga garantías a los ciudadanos y deje entrever que las garantías de libertad en Internet se coartan. ¿Qué sucederá?
Obama está sujeto al dictado de los que mandan de verdad en la sombra, y su mensaje no es más que una declaración de buenas intenciones para mostrarse defensor de los derechos, pero el es el presidente y manda en el fbi por lo que podría haberlo evitado, asi que no se enrolle que todos sabemos que quien decide es la clase poderosa.