Fabricantes de routers como Quantenna o Boradcom, ya están haciendo pruebas con sus nuevos chips con el objetivo de hacer llegar las redes WiFi a más de 1Gb por segundo de velocidad, con un rendimiento máximo de 3,47 Gbps a un único cliente y con un agregado total de 6,93 Gbps.
¿Cómo es posible? Gracias a la implementación de beamforming, con el que se pueden establecer enlaces direccionales (a diferencia de los omnidireccionales como estamos acostumbrados en la actualidad), lo que permitiría establecer conexiones mucho más rápidas.
¿En qué consiste el beamforming? En focalizar toda la energía al dispositivo en forma directa, aumentando así el rendimiento gracias a que descienden las interferencias de otras redes. Se espera que a mediados de este año comience su fabricación y con algo de suerte, podremos disfrutarlos en un corto período de tiempo.