El servicio facturado por las telecomunicaciones móviles ha experimentado una caída del 4% en el último año, algo que parece imposible debido a la generalización masiva de los dispositivos móviles durante la última década.
La razón de este menor ingreso por parte de las compañías es simple: los usuarios aprovechan mejor los servicios de banda ancha móvil, además de los Servicios de Telecomunicaciones de Valor Agregado como los servicios de audio texto. Los ingresos producidos por estos servicios no han logrado alcanzar a los de la voz.
La existencia de unas pocas teleoperadoras con estrategias de venta muy agresivas debido a la fuerte competencia, ha rebajado las tarifas de prestación del servicio lo que ha implicado también menores ingresos.
Toda la facturación se mide a través de un índice llamado ARPU, el cual indica el ingreso medio efectuado por un cliente en las telecomunicaciones móviles. La banda ancha es uno de los servicios móviles más utilizados por los clientes, y se va convirtiendo poco a poco en una de las principales fuentes de ingresos de las compañías. Actualmente hablamos de facturaciones del 25% más o menos, pero éste año se espera un cierre del 30%.
Empresas como Movistar aún conservan un alto porcentaje de clientes con tarjetas prepago, lo que implica menores ingresos relacionados con la banda ancha.