El pasado mes de octubre, Telefónica y HTC llevaron a cabo una prueba piloto en Reino Unido, con la que pretendían comprobar el nivel de aceptación entre los usuarios ante la comercialización de un smartphone sin cargador.
El test se realizó en clientes que habían escogido el terminal HTC One X+. El aparato llevaba de serie un cable USB a micro-USB, pero el cargador se debía adquirir aparte. Los resultados obtenidos superaron muy positivamente las expectativas de la compañía de telecomunicaciones, ya que el 82% de los usuarios no compraron un nuevo cargador, una cifra que se sitúa por encima de las previsiones iniciales del 70% que había estimado la operadora.
La idea de esta iniciativa surge ante el hecho de que anualmente se desechan millones de cargadores en perfectas condiciones de funcionamiento, y el simple gesto de reutilizar el cargador de un móvil anterior, ayuda a reducir costes y a minimizar el impacto ambiental.
De hecho, Telefónica invita a que otras operadoras sigan este mismo modelo y declara que su objetivo a partir de 2015, será no vender otro móvil que integre cargador.