A través del Wall Street Journal hemos sabido que la Comisión Europea acusa a Google de abuso de posición dominante y de llevar a cabo comportamientos ilegales en el funcionamiento del famoso buscador, algo de lo que la empresa era totalmente consciente.
Google dispone de 10 semanas para presentar sus alegaciones y vía acuerdo millonario, convencer a los comisarios de que no realiza estas malas prácticas. Si al final, las autoridades europeas reconocen el acto delictivo, podrán emitir una serie de prohibiciones y multar a Google con hasta un 10% de su facturación.
Según Günther Oettinger , el comisario de economía digital de la Unión Europea: «Tenemos que asegurarnos de que la regulación existente y la nueva están adecuadas para el propósito en el mundo digital, por ejemplo, mediante el establecimiento de un mecanismo para examinar la legislación nacional y comunitaria existente e identificar los vacíos normativos y las barreras no deseadas en esta área. Nuevos modelos de negocio digitales están desafiando los sistemas de regulación existentes en todo el mundo, lo que requiere una nueva forma de hacer política. Nuestro entorno regulatorio actual puede crear obstáculos imprevistos para la digitalización y la incertidumbre para las empresas digitales«.