La tendencia más visible que se podemos ver en el Mobile World Congress son los móviles equipados con una pantalla plegable que se convierten en un tablet. Lo pudimos ver con Samsung el miércoles anterior al congreso, y lo hemos vuelto a ver hoy con Huawei. Y muchos esperábamos que LG también diera el paso.
Pero lo que ha hecho la multinacional surcoreana es conceptualmente similar con un formato ligeramente distinto, al añadir una segunda pantalla opcional a uno de los dos modelos presentados, el V50 ThinQ.
Antes de continuar hay que aclarar que esta segunda pantalla se presenta en forma de funda que se acopla al cuerpo del V50 ThinQ, y que está físicamente separada de la pantalla del teléfono aunque actúa conjuntamente con él, como una extensión de la pantalla incorporada en el propio teléfono.
El V50 ThinQ también es el primer terminal con módem 5G de la marca surcoreana, al estar equipado con un microprocesador Snapdragon 855, chip que ya incluye la compatibilidad con la nueva generación de conectividad móvil.
La alimentación necesaria para que este aparato trabaje, se la proporciona una batería de 4.000 mAh, a la cual LG afirma que le ha mejorado la eficiencia en un 20%.
Ello conlleva la generación de una alta cantidad de calor, que debe ser evacuado. Y es aquí donde entra en juego el sistema de ventilación, que ha sido rediseñado para satisfacer las necesidades del nuevo aparato.
Por lo que respecta al apartado multimedia, en el altavoz LG ha empleado la tecnología Boombox, mientras que el sistema de sonido es compatible con la especificación dts:X.
G8 ThinQ: buscando un terminal más seguro
Con este aparato, la surcoreana ha buscado hacer más segura aún la manera en la que nos identificamos ante el terminal para desbloquearlo, ya que sustituye el simple reconocimiento facial o de huella por un sistema más sofisticado basado en el reconocimiento de las venas.
La estructura de las venas es mucho más segura (las posibilidades de que alguien las tenga como nosotros son de 1 entre billones de billones) que la de la huella, y esta última ya se considera suficientemente única como para ser segura.
Para lograr esto, LG ha complementado la cámara frontal con un sensor de luz y un emisor de infrarrojos, que permiten a la cámara «entender» la imagen que está viendo en tres dimensiones. Al conjunto del sistema lo ha llamado Cámara Z.
Esto, aparte de permitirle leer la cara del usuario en 3D y, por lo tanto, no poder ser engañado con una simple fotografía, también permite a la cámara trabajar otros aspectos más puramente estilísticos de las fotografías, como es el caso del difuminado del fondo mientras el primer plano queda enfocado (desenfoque estilo bokeh), ya que el sistema es capaz de discernir qué es lo que hay en segundo plano y que en primero.
También nos permite utilizar los gestos ante la cámara delantera para interactuar con el móvil sin tener que tocarlo, empezando por el desbloqueo. Sólo situando la palma delante de la pantalla, nos leerá la estructura de las venas y desbloqueará el aparato.
A partir de aquí, LG ha preparado un software que nos permite llevar a cabo diversas acciones con tan sólo hacer gestos con las manos delante de la cámara delantera del terminal, como es el caso de subir o bajar el volumen de la audio, o reproducir/pausar un vídeo. Es lo que LG ha bautizado como Air Motion.