Tras haber esquivado su tradicional presentación de nuevo modelo flagship en el Mobile World Congress del año pasado debido a los problemas con las baterías de algunos ejemplares del Galaxy Note7 (y que, realmente, fue un tema más mediático que real), Samsung ha vuelto a presentar en Barcelona una nueva generación de su terminal más icónico, el Galaxy S9.
El “calentamiento” habitual de los días previos, con varias filtraciones en la prensa (que nunca se sabe hasta el momento de la presentación si son interesadas, mera especulación, o avances reales de personas que han podido tener en las manos el terminal), incluía también un avance de la propia Samsung, en forma de exhortación a contemplar una revolución en la cámara de fotos del terminal… o en las cámaras.
Y Samsung ha cumplido.
El nuevo Galaxy S viene en dos “sabores”, el Galaxy S9 con pantalla de 5,8 pulgadas y un solo objetivo para la cámara principal (trasera), y el GalaxyS9+ con pantalla de 6,2” y cámara con doble objetivo. Dejemos de lado las discusiones sobre megapíxeles y hablemos del modo Slow-Mo (de slow motion, cámara lenta).
Grabando a 960 fps, nos ofrece una nitidez de imagen fuera de lo convencional, permitiéndonos descubrir y apreciar cosas como el movimiento del agua al verterla en un vaso.
Una de las funcionalidades que permite esta cámara son los emojis personalizados, que Samsung ha dado en llamar AR Emoji (por augmented reality, realidad aumentada). Esta funcionalidad capta nuestro rostro y lo convierte en un dibujo, una representación virtual que capta también nuestro movimiento y permite reproducirnos en la pantalla del terminal.
Dichos emojis personalizados son compatibles con las apps más utilizadas para mensajería instantánea, como WhatsApp o Facebook Messenger.
Pero la multinacional surcoreana también se ha centrado en mejorar otros aspectos, como el rendimiento para captar imágenes en condiciones de escasa luminosidad. Además, el asistente digital de la compañía, Bixby, también ha incorporado traducción de textos captados directamente a través de su cámara.
A nivel de sonido, los nuevos Samsung Galaxy S9 y S9+ disponen de dos altavoces, uno a cada extremo del dispositivo (marco inferior y superior), equipados con sonido Dolby Atmos. Estos altavoces son manufacturados por la prestigiosa AKG, ahora una filial de Samsung.
Los usuarios corporativos podrán disfrutar de DeX utilizando la pantalla del propio S9 como un pad táctil para navegar por el sistema, por lo que en un momento dado pueden trabajar con una pantalla y solamente un teclado, sustituyendo el ratón por el S9 en funcionalidad de pad.
De la seguridad del dispositivo se encarga Samsung Knox 3.1.
Por lo que respecta a las especificaciones técnicas, el microprocesador dispone de ocho núcleos (no especificado; es de suponer que de la propia Samsung), con una memoria RAM de 4 GB para el S9 y 6 GB para el S9+, opciones de almacenamiento interno de 64, 128 y 256 GB ampliables mediante tarjeta microSD de hasta 400 GB, batería de 3.000 mAh en el caso del S9 y de 3.500 para el S9+