A día de hoy, la seguridad y la privacidad son dos temas candentes en Internet. Por ejemplo, el control de nuestro correo electrónico es vital, saber si alguna otra persona ha entrado en nuestra cuenta y ha podido leer nuestros mensajes puede prevenir desastres tanto en lo profesional como en lo personal.
Si somos usuarios de Gmail, tenemos una herramienta muy poderosa a nuestro alcance: podemos saber desde qué direcciones IP han sido realizadas las últimas conexiones a nuestra cuenta.
¿Qué es una dirección IP?
Todos los ordenadores conectados a una red de datos (por ejemplo, la red local o Internet) disponen de una dirección IP única que los identifica y permite que les llegue la información que les debe llegar.
El equivalente en nuestro mundo “analógico” serían las direcciones postales, gracias a las cuales podemos recibir cartas y paquetes.
Dicha dirección IP tiene el formato de cuatro secuencias de números de una, dos o tres cifras, separados por puntos y que nunca, bajo ningún concepto, pueden pasar de 255 en cada sección individual.
Ejemplos de direcciones IP serían:
215.214.51.165
10.153.58.15
192.168.0.1
Buscando las direcciones IP desde las que nos hemos conectado a Gmail
Una vez sabemos qué es lo que tenemos que buscar, vamos a ver como lo encontramos en Gmail.
En la parte inferior derecha de la interfaz de nuestra bandeja de entrada en el navegador web, veremos el enlace titulado “Información detallada”, justo debajo de una frase que nos informa de la última fecha en la que accedimos a nuestra cuenta:
Al hacer clic sobre “información detallada”, se nos abre una nueva ventana del navegador que contiene como principal información las direcciones IP desde las cuales nos hemos conectado a nuestra cuenta de correo, así como nos indicará cual es nuestra dirección IP actual, desde la máquina de la cual nos estamos conectando en ese momento.
También nos indicará si tenemos sesiones abiertas en otras localizaciones remotas.
De esta forma, podremos controlar perfectamente desde donde accedemos a nuestra cuenta de correo y, si vemos algún acceso que no hemos realizado nosotros, podremos sospechar que alguien más está leyendo nuestros mensajes.