En noviembre de 2010, Telefónica denunció al Ayuntamiento de Viladecans y le exigió que clausurara la red alternativa que allí utiliza Orange, aduciendo deslealtad a la competencia en el mercado.
El punto es que el municipio llevó la fibra óptica a 2.600 hogares y la entidad pública VIGIP, que gestionaba la red, comercializó el acceso FTTH junto con Orange y Ádamo a 29,90€ los 100 Mbps de velocidad.
La CMT, que recibió la denuncia, no clausuró la red, pero sí obliga al municipio a subir un 14% las tarifas, aduciendo que el plan de VIGIP “no cumple con el principio de inversor privado en una economía de mercado”.
Teléfonica ni da, ni deja que den. Así no me extraña que sigan perdiendo clientes.
No entiendo por que no se usen todas las compañías y tiran fibra óptica entre todos.
Luego que cada uno, ponga su precio, ofrezca servicios.
Si al final muchas veces nos quedamos por el servicio técnico, la atención recibida, etc