En Navarra,
un ciudadano normal y corriente recibió una visita de un
comercial de Uni2, y como ese día estaba de buen humor
y no tenia gran cosa que hacer, decidió atenderlo. Charlaron y
se despidieron, amablemente, tras quedar en que el comercial el
enviaría información más detallada de la
empresa y de sus ofertas.
Efectivamente,
nuestro amigo navarro no tardó en volver a tener noticias de
la operadora, pero no en la forma que esperaba. Lo que recibió
fue una factura de 22,2 €, por los conceptos de «Acceso
indirecto» y «Tarifa Plana mi ciudad». Ese día
no le pillo de tan buen humor y, como también tenia un rato
libre, decidió, ademas de negarse a pagar, comunicar esta
anómala situación a la Asociación de
Consumidores de Navarra.
Puestos en
contacto con la compañía, esta asociación obtuvo
la «seguridad» de que se procedía a anular las
facturas erróneas. Al poco de esto, el sufrido navarro volvió
a tener noticias de France Telecom: la típica carta
conminatoria de que, o pagas, o vas a parar a un fichero de morosos.
En esto sí que no había trampa ni cartón, a los
pocos días su nombre y datos entraban, con todos los honores,
en el listado de morosos de ASNEF.
Tras la
correspondiente denuncia de la Asociación de Consumidores
de Navarra ante la Agencia Española de Protección
de Datos, por practicas abusivas, esta le ha dado
la razón al consumidor y ha sancionado a France Telecom
con una multa de 120.202,41 euros, que se junta con otras tres
anteriores y refleja que, estas actuaciones irregulares de sus
comerciales, le ha supuesto a la compañía 306.506,04
euros de multas.
¿Será
que los beneficios obtenidos de los que se callan y pagan compensan
las multas?