Telefónica no ha empezado el año con buen pie. Aunque la empresa ha intentado matizarlo de varias formas, los inversores se han fijado ante todo en el drástico descenso de su beneficio: 692 millones de euros, es decir, casi un cuarto menos que el año pasado. Y también menos que lo que esperaban los analistas (712 millones).
Las ventas alcanzaron los 12.232 millones de euros, lo cual supone un descenso nominal del 13,5%. Sin embargo, Telefónica advierte que este descenso en realidad se debe a variaciones en el tipo de cambio y a la desconsolidación de sus operaciones en la República Checa. Excluyendo ambos efectos, las ventas aumentaron un 1,3%. La operadora ha querido destacar su éxito a la hora de reducir deuda: ésta ha descendido en 2.657 millones, situándose a final de trimestre en 42.724 millones.
Por lo que respecta a clientes (accesos), Telefónica cuenta ahora con 313,1 millones. Si bien esto representa un descenso del 1% interanual, tal declive se debe exclusivamente a la venta de activos en Reino Unido y República Checa. En el resto de países en los que opera la compañía, el número de clientes subió un 2%.
Telefónica ha reiterado que mantiene todos sus objetivos operativos y financieros para 2014, y que espera que la situación mejore en los próximos trimestres.