«Mi nombre es Héctor Muñoz Anaya. Vivo en Hospitalet de Llobregat, Barcelona. Soy profesor y deseo exponer el siguiente caso:
En noviembre de 2003 solicité una línea ADSL a Wanadoo. Transcurrieron varios meses sin que llegara el kit de conexión, a pesar de haberlo reclamado en innumerables ocasiones…» Sigue la denuncia de Héctor, que además pide a todos los afectados llevar a la práctica el dicho «la unión hace la fuerza».«Wanadoo comenzó a facturarme por el servicio de ADSL, aun sabiendo que no disfrutaba del mismo.
Solicité la baja, harto de mentiras y de tácticas dilatorias y he llevado el caso a la Oficina de Mediación y Arbitraje de Hospitalet, donde ya ha sido admitido a trámite.
Envié cartas, e-mail, fax, etc. Todo ello sin resultado. He perdido mi tiempo y mi dinero y no parece que Wanadoo tenga cupa alguna.
En el escrito de alegaciones, Wanadoo no se hace responsable de nada, indicando, asimismo, que no fue posible entregarme el kit, al no haberme podido localizar. ¡Increíble!
En mi opinión, se trata de un caso claro de incumplimiento de contrato, pero hay, además, un aspecto relevante: ¿Cuál es el límite que marca la Ley a estas compañías, a partir del cual se le pueden pedir responsabilidades?
El consumidor no tiene defensa alguna ante los abusos reiterados de Wanadoo. ¿Hasta cuándo vamos a tolerar esto?
¿No son algo abusivas las cláusulas contractuales?
Pido desde aquí a todos aquéllos que hayan sufrido las consecuencias de esta práctica, por parte de Wanadoo, que unamos nuestras fuerzas para evitar que estos abusos queden impunes.
Tal vez, podríamos presentar una demanda colectiva o encontrar otras alternativas de fuerza contra Wanadoo.
Debemos hacerle una buena «publicidad» a estos señores.
Mi e-mail: [email protected]
¡Espero vuestra ayuda y colaboración!
»