Los clientes de la cablera gallega R están sufriendo un constante aluvión de llamadas telefónicas ofreciendo servicios alternativos de otras operadoras, hasta tal punto que la propia compañía está dispuesta a denunciar el caso al ministerio de industria.
Los usuarios han presentado sus quejas reiteradamente ante esta incansable campaña de los call-centers extranjeros, contratados a su vez por empresas nacionales para conseguir portabilidades. La empresa gallega ha decidido ayudar a sus clientes y les está solicitando información como la hora y el día de la llamada, además niegan que ellos hayan facilitado ninguna información personal a estas empresas. En algún caso incluso podrían haberse echo pasar por operarios de la propia compañía R para conseguir sus objetivos.
Todos hemos sufrido alguna de estas llamadas, realizadas generalmente desde Latinoamérica a muy bajo coste, que no entienden de horarios “comprometidos” o de intimidad telefónica. Sus ganancias se basan en el número de nuevos clientes conseguidos y por lo tanto no hay medida demasiado intrusiva para llegar a dicho objetivo. Eso si, no olvidemos que son las empresas de aquí quienes contratan los servicios.