Hasta ahora las grandes operadoras europeas habían encontrado en Google un muro contra el que chocar continuamente. Las “telecos” defendían que ellas soportan toda la inversión en la creación y desarrollo de infraestructuras y sistemas de conexión mientras Google campa a sus anchas solo recogiendo beneficios.
Parece que los aires han cambiado y vienen vientos de colaboración. Según declaraciones recientes de Stéphane Richard, presidente y director ejecutivo de Orange durante un evento organizado por Financial Times y ETNO en Bruselas “Las relaciones con Google han mejorado mucho”. Richard asegura que este cambio alberga un “diferente espíritu de los nuevos directivos de Google que por fin intentan entender la posición del otro lado”. El objetivo según el director de Orange es ver en lo que se puede construir juntos en vez de “aquellos debates que teníamos y que no llevaban a ningún lado. La calidad de intercambio ha mejorado mucho”.
Ahora parece que el enemigo es otro, Bruselas. Para las operadoras el exceso de celo regulatorio en Europa está estrangulando la inversión mientras, desde la Unión Europea, estudian cómo podría verse afectada Google en una futura regulación de las plataformas on line.