Casi todos sabemos que en nuestro teléfono aparece un número de teléfono cuando alguien nos llama, para identificar la llamada entrante y decidir si contestar o no. Lo que los consumidores no sabíamos era que este servicio también se cobra. Telefónica cobra 0.50€ a cada usuario con este servicio, un servicio que no ha sido contratado y mucho menos se ha informado de su existencia al usuario.
Si no fuera por organizaciones de consumidores que velan por nuestros derechos como Facua ésto seguiría sin saberse, gracias a la intervención de esta asociación se le ha impuesto una multa a Telefónica de 440.000€, que en realidad no supone en absoluto un castigo acorde a las ganancias que se han obtenido de esta tarifa fantasma. Se calcula que en 2 o 3 meses solo en Andalucía telefónica habría ingresado más de ésta cantidad cobrando los 0.50 a diestro y siniestro.
Lo peor de todo es que esto ya se sabía desde 2008, cuando el Ministerio de Sanidad y Consumo ya amenazó en su día con denunciar a la empresa por esta medida ilegal, amenaza que se quedó en meras palabras. Tras 3 años de denuncias la junta de andalucía ha sido el primer organismo en reaccionar, desgraciadamente con un castigo irrisorio e insuficiente según Facua.